viernes, 13 de septiembre de 2013

LOS BENDITOS DEMONIOS DEL SILENCIO




Crees que los ángeles se retiraron
Porque es la madrugada.
Sacas los demonios de paseo,
De tu alma los sacas…
Y un ángel celoso sale al paso;
Alas de sangre,
Mirada vengativa,
Espada flamígera al cinto,
Amenazante de luz.
Tus demonios,
Gatos de peluche asustados,
Vuelven a tu alma.
El ángel victorioso mira al cielo,
Oscuro cielo sin luna
Ni esperanza,
Un rayo negro le baña
El aire se corta de la carcajada bestial
Se recoge. Desaparece.

Tus demonios se duelen en ti
Más no te reprochan,
Como el ángel,
Te revelan otro vicio inconfesable,
Una porción de felicidad prohibida,
La noche se te ilumina,
Les ruegas que no se vayan
Al alba,
Esa fría amanecida sin piedad.
Queden en tu entraña,
Te revelen la dulce verdad
La única verdad:
Solo la noche es diáfana en su oscuridad,
Nada esconde entre destellos, la noche
Te da vista interior,
Vida interior;
Y tus demonios te acarician,
Los demonios de la noche te enseñan
Te envician en la vida,
Te dan la felicidad que tu sabes recibir,
La tuya…
Solo tuya,
La felicidad que hay en tu melancolía,
El silencio de tu felicidad.

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