viernes, 6 de septiembre de 2013

EL SILENCIO DE LA NOCHE




Luna oscura sin luz que pueda ofrecer,
Corazón roto que ya no puede querer,
Manos vacías de tanto que dar hubieron,
Boca amarga de tantos besos como fueron.

Noche de luna sin sombras ni color,
Errabundo sin destino ni reposo
Me aferro a la vida en cada esquina,
Muerdo mis labios para ahogarme en mi dolor.

Busco en cada silencio, tu murmullo
El roce de tu piel contra mi piel marchita
Mi escalofrío, tu vahído; nuestro tiritar,
El mundo que se detiene para mirar.

Cuanto mas espanto mis ojos, menos veo
Los cierro en desespero y te haces tú
La luz que me falta, la que me guiaba
Los tropiezos me evitaba, tú;  la Luz.

Y cada noche es en capilla,
Esperando morir sin tu presencia
Deseando morir en cada ausencia,
Vagando cada día en pesadilla.

Despertar cada noche en soledad,
La que la luna en cada sombra me recuerda
Pues por mucho que busque tu bondad
Solo encontraré palabras muertas.

Y así cada día y cada muerte espesa
La de cada noche que me intoxica
Con sus promesas de esperanza nueva
Con sus mentiras de una noche eterna.

Cuando los rayos de crudeza viva
Rayos de luz que no consuela
Me cieguen cada mañana fresca
Dormiré esperando mi noche negra.

Y despertaré cuando el astro traicionero
Sea dominado por su dama oscura
Que me cuente sus secretos de ramera
Para recuperar esa luz que me tortura.

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