NO VUELVAS

Escucha como se parte el alma;
Entrechocar de desengaños,
Esquirlas de deseo como puñales,
Y viscosa negra sangre llorando.

Dices basta, pierdes trozos,
Te cortas los labios al besar recuerdos,
No hay encaje de emociones, caos.
Miro a derecha e izquierda; no estás
Solo has roto mi alma y me dejas solo.

Te pierdes, te alejas, no miras atrás.
La soledad me acuna, tu recuerdo asola;
Solo, con el vertigo del horror al ser solo
El crujir del alma al troncharse acompaña
El recuerdo del dolor te extraña
Me quedo mudo, solo, rodeado de intereses
Nada más escucho como me rompo, y sonrío.

Pero, carcasa ya, sigo, vacío y lleno de nada
No vuelvas; no sabría como ser feliz.

SILENCIO ABSOLUTO

Hoy se ha acabado el mundo
Mi mundo. No tú mundo.
Se extinguió con tu sonrisa
La angulosa y extinguida,
Recta, de escoplo y martillo.
Tú caricia de lija y garlopa,
Palabra de broca y tornillo.

Ese mundo que nos construimos
Sobre las arenas movedizas de la mentira,
Los puntales podridos del disimulo,
Cimientos de echadizo del negocio
Y la conveniencia de la orza llena.

Solo me queda el silencio absoluto,
El ruido absurdo de tu hueca palabra,
La que no cesa y me taladra la nada,
La que me calcina el alma de vaciedad
Y me sume en el cero absoluto.

Silencio del espacio exterior.
Silencio de tumbas profanadas,
Silencio de sabanas frías de madrugada,
De camas de lenocinio triste.
Silencio de ojos corridos de amanecida,
De verguenza por sexo prohibido.

Por mucho que mis lagrimas laven,
Mis suspiros me ahogen de espanto,
Mi piel se erice de asco ansiado,
Tu silencio calculado de rencor;
El estruendo de tu distancia de noche,
Solo me hará añorar el osario
Llorar por los cipreses centinelas
Del absoluto silencio de mi amor.