domingo, 9 de octubre de 2016

SILENCIO 161009


En la soledad yerma de tu recuerdo,
Con el morboso perfume de tu piel pizarra,
Entre mis estremecidos labios nacarados,
Tiemblo ante mi totem y miento.

Niego con la lengua y sonrio,
Mis pupilas desmienten mi lengua
La piel se eriza y trago lágrimas,
Ya soy un cadaver penitente.

Condeno mi voz y callo escaso
Demudo el rostro, desbordo el  mar
Me ahogo en lágrimas aliviado
Mas no muere el muerto, hiela.

Temiendo tu cercanía, reto tu mirada
Los castos besos, plomo ardiente en mi cara
El calor de tu cuerpo lejano a mi deseo
Tu sonrisa epitafio sobre mi tumba.

Esa llaga, memoria espina del futuro
Se abre y supura a cada frase, a cada idea,
Escuece cada guiño en la lejanía del eter,
Porque se que tu también me deseaste...

Es nuestro pecado tácito,
Compartir penitencia sin haberse rozado
Mantenerse erguidos, antes que humillados...
...Más cobardes...,
Seguirnos amando en el silencio,
Enmudecidos por el verso
Sonriendo ante lo imposible,
Llorando por lo nunca pasado.


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