El alma se me deshilacha
Tu piel se diluye en un mar de colores
Y esas esmeraldas se apagan
Desengañadas
Alienadas de la falta de todo.
Una vida derramada por el lodo
Desgastada de abusarla,
La mirada en verde que se ensucia
Los dedos que dibujan delitos,
Corazones desgajados.
Veo caer gota a gota mi ser
Entre mis dedos paralíticos e impúdicos
Hasta resquebrajarse en tu suelo
Deshecho de querer
Y no saber…
Podría fin a mi aliento para dejarte
Sostienes lo insostenible con el tuyo
Prolongas, ¿sin saberlo? la agonía
Interminable
Deleitosa porque tú la quieres.
No hay escondite bueno
¿Quién buscaría donde sabe?
Pero duele el silencio a voces
Inaudible.
El aroma no se extingue.
La nausea es siempre eterna,
Me provoca mi presencia.
No sabría no vivirte,
Desesperado
Me ahogo cada día en mí.
Sigo en silencio a tu lado
Tan lejos, tan extraño y cercano
Sonrío a los demás. Tan feliz…
Desventurado,
Sin saber cuando te olvidaré.
Es mi tormenta perpetua
Lo que construyo lo derriba inasible
Desnudo intento seguir
¡Estupido!
Hasta el día de no morir
Condena del amante callado
Silencio.